España, literalmente, arde por los cuatro costados. De Norte a Sur y de Este a Oeste, este verano no ha habido ninguna comunidad autónoma que se haya salvado de un incendio, incluidas las Islas Canarias. Se ha publicado que durante este verano se han quemado el 92% más de superficie que en los diez últimos años juntos.
La cuestión no es sólo el fuego, que ya es grave de por sí, sino las dificultades que se encuentran para controlarlos y apagarlos. Unas dificultades que vienen de la mano de unos "malditos recortes" impuestos por este gobierno del PP, eliminando medios y personas con tal de que les cuadren las cuentas. Para poner un ejemplo: en la comunidad de Madrid hay ocho bomberos para cinco pueblos.
Luego viene el cinismo de algunos de sus dirigentes como el Sr. Arias Cañete, impresentable de profesión, echándole la culpas a la CCAA o a las diputaciones, y digo yo que: "algo tendrá que ver los recortes que ustedes mismos habéis realizado dejando bajo mínimos a muchos de estos servicios".
Pues ya estamos viendo que sus consecuencias son nefastas para todo un país. Y sólo hablo de incendios. Apliquemos esas mismas consecuencias a los demás recortes que se han producido en otros ámbitos...
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